90 minutos otra vez.

Han pasado seis meses, y muchas cosas han cambiado. Otras permanecen igual.

Aquella tarde del 1 de Junio el Cruz Azul no pudo remontar la diferencia y aunque no perdio el partido en Torreon (1-1) cayo en el marcador global y no fue campeon.

Aquel optimismo con que veia el futuro de "La Maquina" se convirtio en escepticismo y enojo ante la forma en que la directiva se deshizo del entrenador, Sergio Markarian. Pese a que el nuevo entrenador, Benjamin Galindo, es un personaje historico del futbol mexicano, y bien recordado en Cruz Azul, pense que dejar fuera a Markarian era un error. La temporada regular comenzo bien para nosotros, solo con una derrota, ante el San Luis, en el primer par de meses y entonces caimos en un bache terrible que nos vio perder, otra vez, contra el America y hacia el final del torneo con Morelia, Pachuca y a dos semanas del final, con Ciudad Juarez. Un boleto a la liguilla como 5to de la tabla nos puso en el camino de Pumas y con la desventaja de la regla de desempate en cualquier serie contra un equipo mejor ubicado que nosotros.

Echamos a los Pumas, y en semifinales echamos al Atlante... y aqui estamos, en una final del futbol mexicano otra vez.

En menos de una hora la Maquina de mis amores recibe al Toluca en el partido de Ida. La vuelta se juega el domingo al mediodia en el Nemesio Diez, alla en la capital del Estado de Mexico.

No somos favoritos... y eso me importa un cacahuate. En los ultimos meses, y a mis treinta y cinco recien cumplidos, he entendido que aquella maxima de "ganar no es lo importante, es lo unico" no es mas que una bravata, buena para motivar muchachitos e impresionar al que se deje, pero no es verdad. En muchas areas de la vida la grandeza va de la mano con la humildad. Los que dicen que sus equipos tienen la obligacion de ser campeones, porque son "grandes" no son humildes. La competencia es tan pareja, a veces por ser igualmente mediocre, y a veces por ser igualmente buena, que es dificil prevalecer y llegar a estas instancias con regularidad. Tantas cosas cambian de una temporada a otra que yo, sinceramente, me siento afortunado de ver que mi Maquina ahi sigue, compitiendo y dando la pelea.

Deseo un campeonato, ya ha pasado demasiado tiempo, pero si no lo conseguimos los cementeros no nos quedamos con las manos vacias, y eso hay que entenderlo. Solo se aprecian en su justa dimension oportunidades asi cuando se dejan de tenerlas.

Vamos por la novena estrella. Vamos Maquina!