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CONAPRED ha denunciado recientemente a dos comunicadores, uno de televisión y otro de radio, por declaraciones claramente discriminatorias contra los homosexuales el primero, y contra las víctimas del terremoto en Haití el segundo.
En ambos casos las polémicas declaraciones provocaron la condena de un amplio sector de los medios, de la ciudadanía en general y hasta de la política mexicana hacia quienes las emitieron: Esteban Arce, conductor del programa de Televisa "Matutino Express" y Ariel Gómez , diputado federal por el PRD (y ahora ex-conductor radiofónico de Grupo Radio Digital).
Homosexuales anormales.
A mediados del pasado mes de Diciembre durante su intervención en el programa "Matutino Express", en la cual el tema era Orientación/Preferencia Sexual, la columnista en sexualidad* Elsy Reyes debatió con Esteban Arce, conductor de la emisión, cuando éste trató de hacerla aceptar que el homosexualismo no es normal. En una aberrante mezcla de creencias religiosas, moral mocha, confusión de conceptos e intolerancia Arce argumentó que la finalidad de la sexualidad es la procreación, que la homosexualidad es considerada "demencia animal" y es un "problema de genes". Casi al final de su diatriba Arce incluso llegó al extremo de argumentar, incoherentemente, que "hay mucha degeneración y droga". Lamentablemente Reyes no supo, o no quiso, exhibir a Arce como el estúpido ignorante e intolerante que es, porque su razonamiento pobre y endeble le dio la oportunidad de hacerlo.
Una cifra ampliamente utilizada pese a no tener un respaldo estadístico formal dice que 10% de la población es gay. Debemos considerar que cualquier cifra asumida como probable seguramente será mayor en la realidad debido a que no todas las personas desean convertir su sexualidad en materia pública. Aún si consideráramos estimaciones extremas que dicen que 2 o 3 de cada 10 son homosexuales, la homosexualidad seguiría siendo una minoría con respecto a la población heterosexual. El conductor bien pudo haber dicho que la homosexualidad no es tan común o frecuente como la práctica heterosexual, que esencialmente es lo que quiso decir, y no hubiera pasado más, pero todos conocemos el carácter peyorativo que puede tener ese adjetivo que en cambio insistió en utilizar. Arce no resistio la tentación, el deseo, de descalificar e insultar a esos "anormales".
Negros abusivos
Ariel Gómez, diputado federal de mayoría relativa por el Estado de Chiapas, opinó en su programa de radio que las víctimas sobrevivientes del terremoto en Haití del pasado mes de enero tenían, al momento de recibir las primeras entregas de ayuda humanitaria, una "cara de abusivez". Se quejó de que le hubieran descontado 20 mil pesos de su sueldo como diputado para contribuir al fondo de auxilio para los haitianos y sugirió que para organizar la entrega de ayuda, como "todos los negritos se parecen", se utilizara para marcarlos tinta indeleble... blanca.
Tras el festejo de su chistecito por parte de sus compañeros de micrófono Gómez, consciente de que acababa de hacer un comentario cuando menos políticamente incorrecto y anticipando la reacción que podría provocar dijo que si a algunos eso les causaba "encabronamiento" era algo que le venía "guango" y que el negocio de la radio era que lo escucharan, no que lo quisieran.
Consecuencias.
La reacción pública fue dura. En el caso de Arce se dió principalmente en internet, particularmente en Twitter (
#estebanarcefueradelaire), medio a través del cual el mismo Emilio Azcárraga Jean, presidente de Televisa,
respondió que los comentarios de la comunidad en Twitter estaban siendo "tomados en cuenta". Esteban Arce ofreció entonces
una disculpa-no disculpa-aclaración que resultó tan poco sólida como su postura argumentativa inicial. Se desconoce si Arce recibió alguna reprimenda en privado por parte de sus jefes, pero no fue retirado del aire como muchos pidieron.
Y la libertad de expresión?
Estos eventos me provocan básicamente dos reflexiones:
1. Ambos personajes de tendencias políticas diametralmente opuestas son en esencia lo mismo: dos ignorantes insensibles que desafortunadamente han pertenecido a ese selecto grupo de "líderes de opinión" con acceso a una pantalla y/o un micrófono por medio de los cuales pueden derramar su intolerancia discriminatoria. Toda esta situación, sin embargo, es una oportunidad para darnos cuenta de la pobre calidad argumentativa, de la escasa inteligencia y de esa intolerancia que existe del otro lado de las pantallas y micrófonos. Arce y Gómez no son excepciones a la regla, son mas bien la norma. Estamos rodeados, en televisión, radio, prensa e internet, de discursos retrógrados, de mucha insensibilidad y de poco afán conciliatorio. Esteban Arce es un pendejo y Ariel Gómez es otro. Sin embargo...
2. Tienen derecho a serlo, y probarlo, mediante sus opiniones. La libertad de expresión es un valor cívico fundamental que lamentablemente tan lesionado está en la realidad actual de nuestro país. Pese a estar en completo desacuerdo con sus posturas, me causa bronca la idea de que alguien, cualquiera, pague con su trabajo por expresar sus ideas. La libertad de expresión funciona siempre en dos sentidos, o no funciona. Claro que debe haber consecuencias. Como audiencia tenemos el poder y la opción de no sintonizar TV o radio basura, de cambiarle de canal o "apagarle", de no consumir los productos que este tipo de personas vende.
Más relevantemente, tenemos la opción de emitir nuestras propias opiniones, combatir los discursos discriminatorios con sensatez y razón, defendiendo en los hechos el valor que personajes así "des-representan": la tolerancia.
Pero no a cambio de la integridad de ese otro valor: la libertad de expresión.
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Addendum. Tras publicar esta entrada me enteré vía su propio website que Elsy Reyes
no es sexóloga*, como Matutino Express la presentó. Reyes es Lic. en Comercio Internacional y se autodenomina "Columnista e Investigadora en Relaciones y Sexualidad".
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