No más pérdidas.

Yo soy responsable.

A pesar de que tal vez no sea capaz de prevenir que pase lo peor, soy responsable de mi actitud hacia las inevitables desgracias que oscurecen a la vida. Las cosas malas suceden; cómo yo responda ante ellas es lo que define mi carácter y la calidad de mi vida.

Puedo elegir sentarme en tristeza perpetua, inmovilizado por la gravedad de mis pérdidas, o puedo escoger levantarme del dolor y atesorar el mas precioso don que tengo - la vida misma.

-Walter Anderson

Estoy exhausto.

Los últimos tres años han sido para mi muy difíciles. Ha sido un trance largo y agotador. He tenido momentos de luz, pero todos y cada uno parecen terminar siempre en pérdida, en desilusión. Tal vez no todos fueron genuinos, pero no se siente diferencia alguna cuando lo que se quiebra es la esperanza, de donde sea que provenga .

Mi salud no es lo único que se ha resquebrajado en mi, también lo ha hecho mi psique, mi espíritu y mi corazón por el profundo dolor de lo que, y de a quien, he perdido.

Ya no recuerdo lo que es vivir un día sin dolor físico, pero aún así eso no se compara con el dolor interior de mirar hacia atrás en este momento para contemplar mis pérdidas, o mirar hacia adelante y darme cuenta que más allá de un par de metros todo es incierto, todo es neblina, igual que en la carretera aquella fría mañana de Marzo, después de cruzar el Puente Tampico, hace ya 13 años.

Los días, las semanas y los meses han pasado, midiendo un tiempo que ha perdido su sentido para mí, y con ellos aparecen más cicatrices, caen más lágrimas, monedas de cambio con las que pago en este trance que vivo y que ya me ha costado demasiado.

Dentro de pocos días, el viernes 19 de Febrero, me va a volver a costar.

Sus letras, su música, me acompañaron, me confortaron y me inspiraron en mis días jóvenes. Puede parecer una trivialidad, pero el hecho de que ellos estén aquí, no sólo en el país sino en mi ciudad, en mi rincón del mundo, es algo que nunca imaginé ver... y de hecho no lo haré, porque mis condiciones no me lo permiten.

Esta es una herida más, profunda, aguda, simbólica y catártica, aunque incomparable en realidad con las demás, cuando perdí a mis amigos, perdí a mi familia, perdi mi trabajo... perdí al amor.

Ayer volví a comenzar, estoy intentándolo otra vez, con ayuda de gente profesional y el apoyo de mis seres queridos, que no desean otra cosa que verme recuperado. Espero con ansias ver los primeros progresos porqué sé que me darán nueva fuerza y esperanza. Sé que igualmente vendrán más fatigas, desesperaciones, momentos de frustración y debilidad, pero ya no quiero perder más, ya no soporto perder más.

Es por eso que estás líneas, y esa foto, están aquí ahora. No soy masoquista, pero ese día en que sienta que ya no quiero esforzarme, que sienta que la motivación no está ahí, vendré aquí, a mi último hogar en esto que es internet, y leeré, y veré, pero sobretodo recordaré lo mucho que me dolió no estar ahí, contigo, por esto.

Hasta mañana...