Mis maestros.

El lunes pasado se celebro otro Día del Maestro en México.

Siempre he pensado que enseñar es una de las profesiones mas nobles, probablemente la más noble, junto con la medicina, a las que se puede dedicar el ser humano. Hay una profunda belleza en ser capaz no de bajarles a los chicos las manzanas del árbol, sino en ayudarlos a subir para que ellos mismos las tomen.

¿Quién no ha escuchado esa frase que dice "Dale un pescado a un hombre y le quitarás el hambre por un día. Enséñalo a pescar y se la quitarás por el resto de su vida"?

Tengo innumerables anécdotas de los que en diferentes épocas han sido mis maestros.

Soy afortunado. En mi vida he estado rodeado de no pocos hombres y mujeres, no sólo con el talento y el conocimiento sino también con la vocación. Además de disciplina y sabiduría recibí amor y amistad de varios de ellos.

Estoy muy lejos de ser el discípulo del que cualquiera de ellos se sentiría mas orgulloso, pero quiero pensar que si supieran que ahora yo soy el que está del otro lado de los libros y los lápices, y que trato de poner en práctica todo lo que les aprendí, con los que ahora son mis propios alumnos, tal vez lograría provocarles una sonrisa.

Martha, Lidia, Carmelita, Pilar, Enrique ("Buen dia!"), Joaquín, Ofelia, Jesús, Benito, Mario (El Vikingo), Luis Héctor, Maria Luisa, Linda, Pablo, el Padre Mora, el Padre Quesada, el Padre Chucho y el Padre Federico.

Podría decir que ellos me enseñaron la hermosura de mi idioma, el placer de la lectura, la maravilla del mundo abstracto de la matemática, los pequeños grandes misterios de la naturaleza, a multiplicar mi capacidad de conocimiento y comunicación al dominar otro idioma, la necesidad de mirar al ayer para comprender el hoy y anticipar el mañana, a tomar conciencia de que no soy solo un individuo sino tambien pertenezco a un todo mucho mas grande que mi familia o circulo de amigos y que tengo una responsabilidad para con ello y, bueno, incluso me enseñaron a no escribir en el teclado "de a dedito".

Pero baste decir que entre todos me enseñaron a pescar.

Eso si, no'mas nunca pudieron hacerme agarrar "bien" el lapiz.

2 lectores opinan...:

Anónimo dijo...

Un gran saludo a todos los docentes colegas de México,nada fácil como tarea en paises que merecen toda la atención y la máxima sensibilidad...

Vero

Anónimo dijo...

a mi solo me queda darle las GRACIAS, una vez más.. a quien ha sido más que mi maestro... mi AMIGO.. y que con modestia seguramente dirá.. que lo hizo con gusto!... pero en estos momentos, recuerdo aquellos dias en que habia que llegar muy temprano pa' terminar el temario de la temible Navarrete .. obstáculo que parecía invensible.. pero él nos dió las armas necesarias para poder cortarle la cabeza al monstruo jajajaja.. y en 1era vuelta!! JAJAJA.. sabes que te aprecio en el alma :) ... y que eres mi maestro CONSENTIDO :)

te quiero PEPE :)
atte:
Tu ALUMNA CONSENTIDA ;) :*