El Instituto Electoral de Tamaulipas tomó su decisión: Las elecciones mediante las cuales se renovarán gubernatura, congreso local y presidencias municipales sí tendrán lugar el domingo 4 de julio, tal cual estaban programadas desde un inicio.
Apenas unas horas después del asesinato del candidato priísta Rodolfo Torre Cantú y otros miembros de su comitiva el IETAM juzgó que ni éste hecho inédito ni sus consecuencias previsibles son motivo suficiente para aplazar los comicios.
Luis Carlos Ugalde, expresidente del IFE, se pronunció desde antes por la no suspensión de la jornada electoral en el estado. Mas allá de los supuestos impedimentos constitucionales que imposibilitarían dicha decisión Ugalde considera que si el motivo para promover la suspensión es el alto nivel de inseguridad y violencia que viven los tamaulipecos, y que alcanza un nuevo máximo con la ejecución de Torre Cantú, esta cuestión no se resolverá de manera satisfactoria en el corto ni mediano plazo.
Carlos Marín, de Milenio, en su columna "Asalto a la razón" del día de ayer, escribió:
La decisión de no posponer las elecciones en el primer estado fallido de la Federación, Tamaulipas, es irreprochable y lógica.Postergarlas habría sido tan desastroso como incentivar la paralización institucional del país.Más todavía: si matando a un candidato los homicidas pudieran detener (así fuera por algunos días) un proceso electoral, se pondría en riesgo la vida de todos los candidatos, en especial de los demás que el próximo domingo disputan las gubernaturas en 12 entidades. Sería tan grave como marcar con círculos de tiro al blanco las cabezas de los aspirantes a cualquier puesto de elección.
Por otro lado, durante la conferencia de prensa en que se hizo pública la decisión, Jorge Luis Navarro, presidente del IETAM, declaró:
La democracia en Tamaulipas es un valor ciudadano que debemos proteger y en nuestras manos se encuentra la responsabilidad de tutelar el derecho al sufragio que tiene el pueblo.
Todos dicen verdad en sus argumentos, pero ninguno repara en el más grave problema que enfrentaremos como consecuencia de no tomar la decisión, difícil por supuesto pero a mi entender necesaria, de aplazar las elecciones: a tan pocos días de que estas tengan lugar es imposible ahora que el proceso no sea sesgado por las circunstancias.
El IETAM llama a defender y proteger el valor ciudadano de la democracia pero ese es un discurso hueco cuando el más desprotegido es el ciudadano mismo. Más aún, la defensa de la democracia no se consigue sólo mediante el acto de la emisión del sufragio. Ese probablemente sea el acto más simbólico del esquema, el más esencial, pero dista de ser el único o de ser mucho más importante que otros.
Este próximo domingo habrá muy probablemente un gran abstencionismo. Muchos no van a ir a votar. Aquellos que sí, y que decidan votar por el PRI van a hacerlo por un candidato suplente QUE NO CONOCEN, que no ha tenido contacto con el electorado, que no ha expresado sus ideas, su proyecto, que no ha escuchado necesidades, peticiones ni reclamos de la sociedad.
El PRI ya ha designado a su candidato suplente en Tamaulipas: Egidio Torre Cantú. Su discurso es anticipable: la adopción de los compromisos de su hermano Rodolfo y la continuación de lo que llamó "su sueño". Que hubiera dicho cualquier otro en su lugar? Exactamente lo mismo: hago mías sus propuestas, comulgo con su filosofía, comparto su visión, cumpliré sus promesas.
Mucho romanticismo. Mucha demagogia. Poca solidez. Nula sustancia.
Un proceso así no puede de ninguna manera ser prueba de la integridad democrática de una sociedad.
Sin embargo Egidio Torre va a ganar, y lo hará fácilmente. El panorama le favorece para hacerlo. Un candidato que será gobernador y del que no tenemos, ya no digamos idea, ni siquiera una impresión de si será capaz de gobernar y de cómo lo haría.
No sé si el IETAM haya sido objeto de presiones por parte del gobierno, de los partidos políticos, o si haya sido su libre decisión, pero esto es absurdo. Negarse a aplazar las elecciones un tiempo prudente -para que los gobiernos estatal y federal pudieran tal vez mejorar las condiciones de seguridad y el electorado tuviera oportunidad de conocer realmente, cuando menos mejor, al nuevo candidato- es el equivalente a empecinarse en celebrar la fiestecita de cumpleaños porque ya están los globos y el pastel pagados y las invitaciones repartidas, aunque, como un detalle menor, la supuesta festejada, la democracia en Tamaulipas, está penosamente muerta, al igual que lo está en cualquier lugar en donde las libertades individuales están sujetas al capricho y la conveniencia de la criminalidad.
Al final, esta decisión del IETAM demuestra que nuestro sistema político es más que nunca una partidocracia por sobre una democracia. Un sistema en que los hombres, sus ideas y visiones particulares no importan; sólo importan los partidos políticos, sus plataformas y guardar las formas para demostrar una fortaleza institucional que en realidad no está ahí.