Let the sunshine in.
Carta para un día de duelo.
Salmos 30:7-12
Fotocartón del día.
Sí señora, ya lo sabíamos. Por algo no lo han expulsado aún del partido, ni lo harán.
Para Dorothy, II.
“Líbranos del mal… Amén” (y de Marcelo y Norberto)
por: Octavius (mi señor padre)
Con estas palabras concluye el Padre Nuestro que, según referencias bíblicas contenidas en los Evangelios de San Mateo Cap. 6; 13 y San Lucas Cap.11; 4 del Nuevo Testamento, Jesús enseñó a sus seguidores, discípulos y apóstoles, como la más excelsa plegaria que halaga a Dios y nos reconforta espiritualmente a los creyentes para transitar por su camino, la verdad y la vida y llegar al Padre el día de nuestra muerte.
Nacido de una mujer pura en el más humilde de los escenarios, en su adolescencia cuestionó e ilustró a doctores de la ley, en su juventud predicó la Palabra y recriminó a los falsarios e hipócritas, en su adultez deslindó el espacio terrenal, gubernamental y temporal del César ante el espacio divino e infinito de Dios (Evangelio de San Lucas 20; 20-25). Hizo milagros a la vista de todos, y así restituyó el oído a los sordos, la vista a los ciegos, el habla a los mudos, sacó demonios a los poseídos, el caminar a los paralíticos, la vida a los muertos, enseñó su doctrina de amor al prójimo y perdón a los que ofenden. Aún así, gentes de su tiempo lo tentó, difamó, acusó, aprehendió y azotó, y aplicando “sus leyes” lo condenaron a muerte indultando a cambio a un ladrón y criminal. Lo flagelaron con crueldad inimaginable, le hicieron cargar pesado madero al cual lo clavaron de manos y pies y colocado entre ladrones convictos fue vilmente asesinado quien vino al mundo a redimir a la humanidad.
En un ambiente social comparable al de la plebe, gentiles, fariseos y publicanos, ahora laicos y creyentes del tercer milenio radicalizan el altercado entre un pío y un político, respectivos supuestos paladines del aparente “bien” y el presunto “mal”, quienes sintiéndose portadores de la verdad absoluta y voceros de sus mutuos ministerios –clerical y civil-, han caído en tan degradante verbosidad con total ausencia de valores éticos.
El enervado vicario, en lugar de ejercer su pastoral apostolado espiritual en términos del decálogo que Jehová entregó a su siervo Moisés, de la doctrina cristiana, del rito católico y del código canónico y aún teniendo a su disposición la libertad de expresión de las ideas, ni él ni sus “asesores” encontraron las palabras, los modos y las formas adecuadas para articular sus señalamientos.
El otro, exacerbado seglar civil, considerando agraviada la autoría de su mesiánico programa de derechos humanos otorgados en particular a un grupo social homogéneo, saltó al coliseo de la Información para enfrascarse en una contienda ajena a la normatividad de nuestra Constitución Política Federal, leyes civiles y enales vigentes en todo el país.
Tal estado de cosas nos compromete presumir que estos intentos bilaterales encubren posibles y probables distintos objetivos: para el prelado religioso, tal vez con aspiraciones pontificias y acorde a su temperamento, el restablecer acciones excomulgatorias, inquisitorias y castigo a delitos contra la fe; para el ministro civil, dadas sus propensiones, promocionarse ante la opinión pública para cosechar votos que le permitan elegibilidad electoral en sus aspiraciones políticas a ya corto plazo.
Cualquiera que sean los motivos de este simbiótico sainete de proporción nacional, ellos distraen, desvían, obstaculizan contaminan el significado que, para los mexicanos bien nacidos que hemos vivido entre los siglos XX y XXI, representa en esta época rendir culto cívico a nuestros símbolos patrios, vitorear a los héroes mártires que, ofrendando su vida en los sangrientos movimientos sociales iniciados hace 200 años, hicieron posible independizarnos de la corona española y 100 del movimiento revolucionario para dar fin a una dictadura e iniciar la reconstrucción institucional de nuestra nación.
Por todo lo anterior y muchos eventos, acontecimientos, sucesos, avatares y episodios que habrán de sucederse… “líbranos del mal… Amén”
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Ya en algunas ocasiones uno de mis hermanos, el "Unis0l", había escrito para el blog, en sus inicios (aquí, aquí, aquí y aquí). Hoy publico y comparto un escrito reciente de mi padre que tal vez sea el primero de varios, y como decían por ahí... "viva la familia!" :D
Germán Dehesa, 1944-2010.
Fotocartón del día.
Buenas noticias...
Y es azul y oro Germán. Sí, ya sé... de qué otro color podría ser?