Ruben Omar Romano, libre.

Con gusto recibi la noticia que Romano recupero su libertad gracias a un eficiente y limpio operativo de la AFI para rescatarlo el pasado miercoles por la noche.

Ciertamente su caso recibio una mucho mayor atencion que el promedio debido al alto perfil de la victima, pero se trate de quien se trate creo que es apenas humano y natural el alegrarse por el regreso a la vida libre de cualquier persona que haya experimentado un secuestro.

O eso pense yo antes de escuchar opiniones cargadas de nauseabunda estupidez disfrazada de analitica suspicacia como la de Julio Hernandez Lopez, "periodista" de La Jornada, que con tal de pegarle al gobierno del inutil de Fox y defender al del inutil de Lopez Obrador no dudo en escribir barrabasadas como estas:

Su ausencia benefició a quienes deseaban que no hubiera más escándalo en relación con los deportistas dopados, y su silencio ayudó a que el caso fuese diluido con una sanción menor, sin cancelar la televisable participación de México en el próximo Mundial. Además, el secuestro de una figura muy conocida fortaleció la sensación de que cualquiera es secuestrable y de que ese riesgo debe abonarse a la cuenta de las autoridades capitalinas inservibles.

En resumen Hernandez Lopez, que aun cuando en el programa de El Cristal Con Que Se Mira del viernes pasado dijo no tener elementos para sospechar y sin embargo lo hace, juzga que el rescate de Romano no fue sino un montaje propagandistico para mejorar la opinion que sobre el gobierno tiene el pueblo, y que su secuestro fue preparado con el fin de alejar la atencion del problema de los jugadores dopados.

Pendejo.

Afortunadamente tambien se escucharon voces lo suficientemente sensatas para alegrarse por el regreso de Romano y lo suficientemente humildes para no denunciar irresponsablemente complos y planes siniestros donde todo indica que no los hay, solo para vender unos periodicos mas, como la de Ciro Gomez Leyva:

El “final feliz” del secuestro de Romano puede ser el parteaguas de una nueva actitud ciudadana frente al crimen y frente a la autoridad. Puede llegar a consolidar un círculo virtuoso confianza, exigencia, resultados, confianza...

Y tambien dijo:

Sirva el caso Romano, asimismo, para reconocer un grave error periodístico. En un par de ocasiones publiqué aquí que la directiva del Cruz Azul negociaba el rescate con el apoyo de especialistas privados, quizá extranjeros, pues desconfiaba de la policía mexicana. Pésimo reporteo. Irresponsable juicio. Grave error.

Una disculpa a la AFI. Nos vemos el sábado en el estadio. Yo también tengo muchas ganas de gritar “¡Bienvenido, Romano!”

Son las dos caras de la moneda de nuestro "Cuarto Poder", a veces tan desagradablemente necesario como los otros tres. Por lo pronto vuelvo a expresar mi alegria por volver a ver a Ruben en el banquillo esta tarde, dentro de hora y media mas, cuando nuestro Cruz Azul salte a la cancha para enfrentar a Dorados en un partido en el que el resultado realmente poco importa.

Ruben Omar Romano ya gano.